La red de saneamiento o de desagües de un edificio está formada por un entramado de tuberías, bajantes y albañales que se distribuyen por él. Su cometido es favorecer la evacuación de las aguas y dirigirlas a la red de alcantarillado municipal. Las aguas pueden ser pluviales (procedentes de la lluvia), domésticas o usadas (procedentes de electrodomésticos, sanitarios, etc., de la vivienda).
Tal es su importancia, que para reducir el riesgo de que se produzcan los cinco problemas más comunes de las tuberías de desagüe, se hace necesario tener contratada una empresa de fontanería profesional que pueda llevar a cabo labores de mantenimiento y limpieza.
Desgaste y corrosión
Conforme pasa el tiempo, sobre todo en edificios o viviendas que tienen muchos años, es muy normal que las tuberías de desagüe sufran un desgaste. Así que, en edificios antiguos que no se ha hecho antes, la única manera de eludir los problemas derivados del deterioro y la corrosión, es revisar toda la red de saneamiento para comprobar su estado. Esto servirá para detectar si es prioritario reemplazar las tuberías viejas por otras nuevas. Llegado ese momento, conocer bien qué tipo de materiales para tuberías existen y cuales serían lo más adecuados, será de gran utilidad.
Atascos
Las causas de que se produzcan atascos en las tuberías de desagüe pueden ser dos, y en ocasiones se pueden dar ambas a la vez:
Que la instalación no esté en condiciones. Si las desviaciones y los giros no están bien hechos, y las tuberías tienen poca pendiente, el agua y los residuos que contenga, no circularán como deben por ellas, ocasionando obstrucciones.
Verter por los desagües del fregadero o el inodoro restos de comida, aceites, jabones, productos químicos, toallitas, algodones, etc. Con toda seguridad, ésta mala práctica, tarde o temprano, acabará provocando un atasco. Ser cuidadoso, y desechar en la basura o en un punto limpio este tipo de restos y desechos, será vital para no sufrir imprevistos desagradables.
Malos olores
La acumulación de residuos en las tuberías, y su posterior descomposición, puede dar lugar a malos olores que se escapen a través de los desagües. Como ya hemos apuntado antes, no eches por los desagües lo que no debes, y no tendrás ningún problema de olores desagradables.
Fugas de agua
Si notas que el flujo de agua ha bajado, es muy probable que la causa sea una fuga de agua en alguna tubería. Antes de llamar a un fontanero, puedes revisar si en la parte inferior del lavavajillas, del WC o debajo del fregadero hay restos de agua, porque esto te dará una pista de dónde puede estar localizado el problema.
Congelación
Que las tuberías de desagüe se congelen y que acaben rompiéndose es un problema frecuente en comunidades con inviernos muy fríos y temperaturas bajísimas. Reducir el riesgo de que esto ocurra, pasa por revestirlas con algún material aislante que las proteja en las épocas del año más crudas.
Conceder a la prevención la importancia que merece es la mejor garantía para evitar que se produzcan estos problemas en las tuberías de desagüe.
Una mala instalación o un mantenimiento deficiente pueden dar muchos quebraderos de cabeza. Por eso, contar con una empresa de fontanería y desatascos experta, que pueda ofrecer un servicio de mantenimiento completo, además de servicios de atención urgente 24 horas, será fundamental. En Desatascos Vegabaja somos especialistas.
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